domingo, 29 de marzo de 2009

VINICIUS DE MORAES: Tarde em Itapoã

Vinicius de Moraes fue sobre todo un poeta apasionado, bohemio y mujeriego. No obstante, también estudió derecho y aunque desde muy joven ya había comenzado a publicar sus primeros libros de poesía y conseguido una beca para estudiar lengua y literatura inglesa en la Universidad de Oxford, tuvo que volver a Brasil con el inicio de la Segunda Guerra Mundial dedicándose a su regreso a la crítica cinematográfica hasta que consiguió ingresar por concurso en la carrera diplomática. A causa de este trabajo vivió en Los Ángeles, París y Montevideo. Sin embargo, sus ocupaciones nunca le impidieron desarrollar sus verdaderas pasiones, la poesía, el cine y la música. Pudo compatibilizar su trabajo como diplomático con su pertenencia al Partido Comunista y una presencia cada vez más frecuente en los ambientes artísticos y de la farándula hasta que al cumplir 55 años fue expulsado del Ministerio de Relaciones Exteriores, decisión que el propio Vinicius aplaudió y celebró incorporándose a una comunidad hippy en Bahía.

Su relación con la música comenzó a los 19 años cuando escribió sus primeras 10 canciones que fueron grabadas por los hermanos Tapajós. En 1950, trabajando ya como diplomático, escribió su primera samba junto con el músico Antônio Maria y en 1954 su obra de teatro “Orfeu da conceição” ganó el concurso del IV Centenario de São Paulo y fue llevada al cine en 1959 por Marcel Camus con el título de “Orfeo negro”. Esta película, que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, la Palma de oro en el Festival de Cannes y el premio de la Academia Británica, permitió a Vinicius iniciar una larga amistad con Antonio Carlos Jobim, que escribió varias canciones para la película. Posteriormente el dúo colaboró en algunas de las canciones más recordadas de la bossa nova.

Además de Jobim, Vinicius colaboró con otros grandes músicos brasileños como Baden Powel, Edu Lobo, Carlos Lyra o Toquinho, que llegó a ser unos de sus grandes amigos. Muchos otros cantantes han grabado también alguna de las más de 400 canciones que escribió. Tras ser expulsado del cuerpo diplomático, dejó un poco de lado la poesía y pasó a convertirse en un showman de la música popular brasileña, llegando finalmente a realizar actuaciones en directo en pequeños teatros. El propio Vinicius cuenta que aquellos fueron seguramente los mejores años de su vida, en los que no faltaron las fiestas, las mujeres y el whisky. En una de estas actuaciones en la sala “La Fusa” de Buenos Aires junto a Toquinho, Maria Creuza y Maria Bethânia se grabó uno de los discos esenciales de la música brasileña. Para terminar, añadir que parece que finalmente debe descartarse la leyenda de que Vinicius y Jobim compusieran “Garota de Ipanema” sobre la servilleta de un bar mientras bebían cachaça. Como ellos mismos decían, eran gente seria y nunca se les ocurriría estar trabajando en un bar donde sólo iban a beber. Vinicius de Moraes murió en 1980 a los 67 años en compañía de Toquinho y de su novena mujer tras sufrir un derrame cerebral. Saravá!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este verano, tuve la suerte de ver en directo, en una noche junto al mar, a Maria Creuza y Toquinho. Antes de verlos y desde que compré la entrada estaba inquieta ante la oportunidad de poder ver y oir en directo canciones que puedo haber escuchado unas mil veces en casa(de hecho, compré un segundo cd de la fusa cuando se me ralló el primero).Fué un concierto corto, pero intenso y mágico. que disfruté y saboreé desde q compré la entrada, hasta semanas después mientras oía el segundo cd. creo q es uno de esos discos que han marcado mi entrada al mundo adulto. además, es una música que para quien tenga un mínimo de sensibilidad le dice TANTAS cosas! .que genio vinicius, saravá!
lucia

Anónimo dijo...

Fantastico!!!!! No sabia que la trayectoria de Vinicius de Moraes incluyera una licenciatura de Derecho y la carrera diplomatica, que curioso!.
La musica brasilera tiene el don de la "teletransportacion"...la oyes y te trasladas a las playas de Brazil, mientras saboreas una caipirinha y te dejar calentar por los rayos de sol y contagiar por su alegria..Para ello os recomiendo Salvador, y un poco al sur una isla de ensueño, Morro de Sao Paulo.

Fry dijo...

Lucía, podría suscribir todo lo que dices sobre Vinicus y el disco de La Fusa. Lamentablemente no puedo decir lo mismo del concierto de Toquinho y Maria Creuza porque no estuve, qué envidia!

Y sobre ese mítico disco de La Fusa, la verdad es que después de haberlo escuchado durante años me enteré de que realmente no está grabado en directo. Bueno, no totalmente, parece que el sonido en la sala no era muy bueno así que las canciones se grabaron en estudio, eso sí sin que faltaran mujeres bonitas y botellas de whisky para que Vinicius no perdiera la concentración, y después se añadieron las introducciones y algunos sonidos reales del público del concierto.

En el caso del disco con Maria Creuza parece que la grabación se hizo a lo largo de dos días después de los conciertos en la sala, terminando muy entrada la madrugada, lo que seguramente no fue demasiado problema para estos noctámbulos artistas.

Fry dijo...

Tienes razón en que esta música te transporta a Brasil pero yo creo que incluso consigue algo más, te hace sentirte capaz de interpretarla. Yo al menos me veo por las playas de Bahia en un día de total vagabundaje componiendo esta fantástica canción...

Y gracias por la recomendación porque no he estado nunca en Brasil pero espero ir algún día, aunque ya casi he descartado poder defenderme en portugués.

Por cierto, la semana pasada se publicó un nuevo libro con poesías inéditas de Vinicius. En homenaje a este blog el libro se llama "Poemas esparsos" (Poemas dispersos) :)