Bassekou Kouyaté es un músico de Malí virtuoso del n’goni. Este instrumento, mezcla de laud y arpa y precursor del banjo, está fabricado a partir de una calabaza recubierta de piel de cabra unida a un mástil al que se sujetan entre tres y siete cuerdas de cuero de antílope, hilo de pescar, que es lo más habitual, o incluso alambre. Es muy popular en la República de Malí y Burkina Fasso, donde ha sido utilizado tradicionalmente por los griots para el canto de sus historias. Al ser más económico de fabricar y más fácil de tocar por tener menos cuerdas, es considerado en África Occidental como una kora popular. En los últimos tiempos se ha popularizado tanto en Malí que ha llegado a convertirse en un símbolo nacional y un reclamo turístico.
Bassekou Kouyaté es uno de los representantes de la nueva generación que está desarrollando las posibilidades técnicas del n’goni. Procede de una aldea en las orillas del río Níger cerca de la región de Segu, la cuna de la cultura bambara, donde su madre es cantante y su padre y hermanos, como él, músicos de n´goni. A los 19 años se trasladó a Bamako donde conoció a Toumani Diabaté con el que ha participado en la grabación de varios discos. También ha colaborado con el balafonista Kélétigui Diabaté o Youssou N’Dour y artistas occidentales como Taj Mahal, Carlos Santana o U2. Finalmente creó su grupo N’goni Ba, el primer cuarteto de laúdes n’goni de la historia, y en 2007 grabó su primer disco “Segu blue” producido por la locutora de la BBC3 Lucy Duran en Malí y mezclado en Londres, en el que recoge un repertorio propio de esta región y que obtuvo el premio al mejor disco del año 2008 de World Music de BBC Radio 3. Tal como dice Taj Mahal, Bassekou Kouyaté es un genio y la prueba viviente de que el blues nació en la región de Segu.
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