La kora es un instrumento único. Originario de África Occidental, se construye a partir de una calabaza de gran tamaño cortada por la mitad y cubierta de cuero de vaca a la que se agrega un puente con muescas como un laúd o una guitarra y 21 cuerdas, de las cuales 11 se tocan con la mano izquierda y 10 con la derecha. Tradicionalmente, las cuerdas se hacían de finas tiras de cuero, ahora están hechas con cuerdas de arpa o hilo de pescar. Actualmente, también pueden encontrarse koras modernas a las que se les agrega hasta cuatro cuerdas de bajo. Su sonido recuerda al del arpa, aunque cuando se toca de forma tradicional se asemeja más al estilo de las guitarras flamencas. Los músicos de kora han provenido históricamente de familias de griots que pasan su arte a sus descendientes y son los encargados de transmitir las tradiciones orales.
Toumani Diabaté procede de una antigua familia de de griots y ya su padre, Sidiki Diabaté, grabó en 1970 el primer disco de kora de la historia. Toumani hizo su primera actuación en público a los trece años. En 1987, con 21 años, publicó su album “Kaira”, que recibió elogios de la crítica musical y le permitió recorrer Europa con notable éxito. Ha editado tanto discos de música tradicional como nuevas composiciones propias y colaboraciones con músicos de otros estilos. Entre estas colaboraciones destacan los discos que ha publicado con Ketama, Taj Mahal, el trombonista de jazz Roswell Rud o su participación en el disco “Volta” de Björk.
En 2003 recibió el “Tamani d’Or” como premio al mejor instrumentista de kora del mundo y el año siguiente obtuvo el premio de la UNESCO “Sirva des Virtuoses”. Su disco “In the heart of the moon” junto con Ali Farka Touré obtuvo el Grammy al Mejor álbum tradicional de World music en 2005. Pero Toumani Diabaté no es simplemente un virtuoso de la kora sino que también desempeña un papel muy importante en Mali como profesor, compositor y transmisor de la tradición musical de su país. Con una pierna paralizada desde niño, ha tenido que recorrer un difícil camino para llegar al lugar que hoy día ocupa y actualmente dedica gran parte de su tiempo a ayudar a las personas con discapacidades físicas en Bamako.
domingo, 26 de octubre de 2008
sábado, 18 de octubre de 2008
BENJAMIN BIOLAY: Dans la Merco Benz
El talentoso Benjamin Biolay es considerado el mejor representante actual de la gran tradición de la canción de autor francesa y, por tanto, el sucesor de grandes nombres como George Brassens, Jacque Brel, Léo Ferré, Boris Vian y, sobre todo, Serge Gaisnsbourg, al que su voz sugerente y susurrante recuerda. Biolay vivió en un ambiente musical desde su infancia y formó su primer grupo pop muy joven mientras estudiaba música en el prestigioso CNSMD de Lyon. Tras distanciarse radicalmente de la educación clásica que había estudiado desde niño formó el grupo Mateo Gallion, con el que publicó un disco en 1994 que pasó desapercibido. No obstante, EMI le ofreció un contrato dos años más tarde.
Ha mantenido una fructífera relación profesional con Karen Ann, cuyos dos primeros álbumes ha coescrito y coproducido. El veterano Henri Salvador solicitó la colaboración de los dos jóvenes músicos para el disco que iba a suponer su regreso. Tras el éxito del disco “Chambre avec vue” (2000) muchos otros artistas franceses han buscado su colaboración, incluyendo a Juliette Greco y Françoise Hardy, para los que ha compuesto numerosas canciones.
En 2002 publicó su primer disco en solitario “Rose Kennedy” inspirado en la familia Kennedy y sus trágicas circunstancias, que consiguió unas excelentes críticas dentro y fuera de su país. Desde entonces se ha erigido como una de las figuras fundamentales de la música francesa, estableciendo un nexo entre los grandes de la canción de autor y el pop contemporáneo y confirmándose como uno de los músicos francófonos de mayor proyección internacional. En 2003, publicó su segundo disco “Négatif”, en el que se acercaba al pop anglosajón y a la electrónica. Un año más tarde firmó “Home”, un trabajo junto a su esposa, además de la banda sonora del filme “Clara et Moi”. Ese mismo año publicó “Á L’Origine”, su disco más autobiográfico y rockero, que aunque también recibió muy buenas críticas no logró el éxito comercial de los anteriores. Finalmente, en 2007 editó su último trabajo hasta el momento, “Trash Yeyé”, en el que sin la presión de buscar el éxito inmediato, ha podido componer a sus anchas sin necesidad de grandes medios y que ha supuesto la vuelta del Biolay más luminoso, accesible y sereno.
Ha mantenido una fructífera relación profesional con Karen Ann, cuyos dos primeros álbumes ha coescrito y coproducido. El veterano Henri Salvador solicitó la colaboración de los dos jóvenes músicos para el disco que iba a suponer su regreso. Tras el éxito del disco “Chambre avec vue” (2000) muchos otros artistas franceses han buscado su colaboración, incluyendo a Juliette Greco y Françoise Hardy, para los que ha compuesto numerosas canciones.
En 2002 publicó su primer disco en solitario “Rose Kennedy” inspirado en la familia Kennedy y sus trágicas circunstancias, que consiguió unas excelentes críticas dentro y fuera de su país. Desde entonces se ha erigido como una de las figuras fundamentales de la música francesa, estableciendo un nexo entre los grandes de la canción de autor y el pop contemporáneo y confirmándose como uno de los músicos francófonos de mayor proyección internacional. En 2003, publicó su segundo disco “Négatif”, en el que se acercaba al pop anglosajón y a la electrónica. Un año más tarde firmó “Home”, un trabajo junto a su esposa, además de la banda sonora del filme “Clara et Moi”. Ese mismo año publicó “Á L’Origine”, su disco más autobiográfico y rockero, que aunque también recibió muy buenas críticas no logró el éxito comercial de los anteriores. Finalmente, en 2007 editó su último trabajo hasta el momento, “Trash Yeyé”, en el que sin la presión de buscar el éxito inmediato, ha podido componer a sus anchas sin necesidad de grandes medios y que ha supuesto la vuelta del Biolay más luminoso, accesible y sereno.
sábado, 11 de octubre de 2008
INTI ILLIMANI: Alturas
El nombre del grupo es una mezcla de quechua y aimara y significa “Sol del Illimani”, la imponente montaña de casi 6.500 m que domina La Paz. Se formó en 1967 por unos estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, actualmente USACH, y rápidamente se constituyó en uno de los grupos emblemáticos de la “Nueva canción chilena” junto con Violeta Parra, Víctor Jara, Illapu y otros. Este movimiento se dedicó a recuperar la música folclórica tradicional chilena y fusionarla con los ritmos latinoamericanos a la vez que en sus letras se imponía la temática social. En 1970, el grupo graba “Canto al Programa”, una musicalización del programa de gobierno del presidente Salvador Allende, realizado como homenaje a su victoria en la campaña presidencial de dicho año.
En 1973, mientras estaban de gira por Europa, el golpe militar de Augusto Pinochet les obligó a fijar su residencia en Italia y permanecer exiliados en dicho país durante 15 años, hasta que en 1988 pudieron volver a Chile al derogarse la prohibición que pesaba sobre ellos, sumándose de inmediato a la campaña por el No a Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988. Durante el largo periodo del exilio además de mantener su actividad musical apoyaron de forma decidida las campañas internacionales para la recuperación de la democracia en Chile. A principios de los años noventa, tomaron parte, junto con Peter Gabriel, Sting y Wynton Marsalis, entre otros, en la gira mundial de conciertos que organizó Amnistía Internacional a favor de los Derechos Humanos, siendo uno de los más destacados el que se realizó en el Estadio Nacional de Santiago, ex-centro de detención y tortura durante la dictadura militar de Pinochet.
A lo largo de sus más de 40 años de trayectoria, por Inti Illimani han pasado más de 20 integrantes que han ido abandonando y reintegrándose en el grupo por causas personales o artísticas. Pero en 2001 deja el grupo Horacio Salinas, director musical durante 33 años, por diferencias sobre el futuro artístico de la banda y en septiembre del mismo año abandona José Seves, una de las voces más características del grupo. En 2004, estos dos últimos junto con Horacio Durán, uno de los fundadores del grupo, forman un grupo autodenominado Inti Illimani Histórico para distinguirlo del Inti Illimani capitaneado por los hermanos Coulon. Desde entonces, se han sucedido abitrajes, pleitos y recursos todavía en curso por el uso del nombre e, incluso, es fácil encontrar a seguidores de ambos grupos expresándose como verdaderos hinchas.
En 1973, mientras estaban de gira por Europa, el golpe militar de Augusto Pinochet les obligó a fijar su residencia en Italia y permanecer exiliados en dicho país durante 15 años, hasta que en 1988 pudieron volver a Chile al derogarse la prohibición que pesaba sobre ellos, sumándose de inmediato a la campaña por el No a Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988. Durante el largo periodo del exilio además de mantener su actividad musical apoyaron de forma decidida las campañas internacionales para la recuperación de la democracia en Chile. A principios de los años noventa, tomaron parte, junto con Peter Gabriel, Sting y Wynton Marsalis, entre otros, en la gira mundial de conciertos que organizó Amnistía Internacional a favor de los Derechos Humanos, siendo uno de los más destacados el que se realizó en el Estadio Nacional de Santiago, ex-centro de detención y tortura durante la dictadura militar de Pinochet.
A lo largo de sus más de 40 años de trayectoria, por Inti Illimani han pasado más de 20 integrantes que han ido abandonando y reintegrándose en el grupo por causas personales o artísticas. Pero en 2001 deja el grupo Horacio Salinas, director musical durante 33 años, por diferencias sobre el futuro artístico de la banda y en septiembre del mismo año abandona José Seves, una de las voces más características del grupo. En 2004, estos dos últimos junto con Horacio Durán, uno de los fundadores del grupo, forman un grupo autodenominado Inti Illimani Histórico para distinguirlo del Inti Illimani capitaneado por los hermanos Coulon. Desde entonces, se han sucedido abitrajes, pleitos y recursos todavía en curso por el uso del nombre e, incluso, es fácil encontrar a seguidores de ambos grupos expresándose como verdaderos hinchas.
sábado, 4 de octubre de 2008
DAARA J: Allah
Daara J significa "la escuela" en wolof y es el nombre de un trío de rap de Senegal que comenzó en los años 80 como un grupo de bailarines de hip-hop. Como grupo musical nació en 1994 y en 1995 firmaron un contrato con la compañía francesa Declic, con la que grabaron sus primeros dos discos “Daara J” (1997) y “Xalima” (1998), para el que contaron con la colaboración del grupo francés de rap Neg'Marrons y de PATRA, estrella del ragga jamaicano. Desde sus inicios, Daara J ha tenido gran éxito en su país, lo que les permitió profesionalizarse y actuar en Europa, sobre todo en Francia donde también gozan de un gran reconocimiento, y en otros países, incluyendo España. En 2003 publicaron “Boomerang”, su último album hasta la fecha y en el que han colaborado otros artistas como Rokia Traore y Sargento García. El título alude al origen africano del rap, que tras desarrollarse en Estados Unidos, principalmente por afromaericanos, ahora vuele a la tierra de donde surgió.
El grupo hace un rap melódico en el que se mezcla hip-hop y funk con ritmos tradicionales africanos, reggae, o música cubana para crear una mezcla muy contagiosa. Daara J utiliza tanto el wolof, que es la lengua autóctona más importante de Senegal, como el francés o el inglés. Desde sus primeras grabaciones, Daara J se ha caracterizado por un fuerte contenido social, político y espiritual en sus letras, no ocultando los problemas del continente africano y recordando también la historia del pueblo negro: esclavitud, colonización...
El grupo hace un rap melódico en el que se mezcla hip-hop y funk con ritmos tradicionales africanos, reggae, o música cubana para crear una mezcla muy contagiosa. Daara J utiliza tanto el wolof, que es la lengua autóctona más importante de Senegal, como el francés o el inglés. Desde sus primeras grabaciones, Daara J se ha caracterizado por un fuerte contenido social, político y espiritual en sus letras, no ocultando los problemas del continente africano y recordando también la historia del pueblo negro: esclavitud, colonización...
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