sábado, 13 de septiembre de 2008

ALI FARKA TOURÉ: Diaraby

Ali Ibrahim "Farka" Touré nació en 1939 en una aldea musulmana en la región noroccidental de Tombuctú. Fue el décimo hijo de sus padres, pero el único que logró sobrevivir pasada la infancia. Su apodo, "Farka", significa "asno", animal admirado por su tenacidad. Su padre murió en combate durante la Segunda Guerra Mundial sirviendo en el ejécito francés y la familia se mudó a Niafunké, poblado que Ali consideró su hogar durante el resto de su vida. En estas circunstancias, Ali apenas pudo ir a la escuela y tuvo que dedicarse en su infancia a las labores del campo. Sin embargo, siempre manifestó un gran interés por la música, especialmente por instrumentos tradidicionales malienses como el gurkel (pequeña guitarra), el violín njarka, la flauta peul o el ngoni (laúd de 4 cuerdas), que pronto llegó a dominar. Pero en 1956 quedó muy impresionado cuando vio actuar al guitarrista Keita Fodeba y se decantó definitivamente por la guitarra como instrumento.

En 1960 Malí consiguió la independencia y el gobierno comenzó a promover la música y la cultura tradicional, Ali formó parte de un grupo de música y danzas concido como La Troupe 117. Durante los años 70 se instaló en Bamako, donde trabajó como ingeniero de sonido para Radio Malí lo que le permitió poder escuchar mucha música occidental, sobre todo blues al que encontraba grandes afinidades con la música africana. En esta época publicó su primer disco, “Farka” (1976), uno de los primeros discos comerciales de la música malienese. Internacionalmente fue conocido a partir de la publicación de su álbum “Ali Farka Touré” (1987) que tuvo éxito en todo el mundo y le propició colaborar con músicos occidentales como Taj Mahal y Ry Cooder, con el que publicó en 1994 el disco “Talking Timbuktu”, también con gran éxito y que fue galardonado con un premio Grammy.

El éxito internacional le permitió realizar extensas giras por Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón. Sin embargo, nunca se trasladó de su rancho en Niafunké y siempre consideró que su principal papel en la vida era cuidar de sus tierras y estar con su familia. Ali estaba tan involucrado en proyectos encaminados a mejorar la situación agrícola en la región de Niafunké que fue elegido alcalde en 2004. Con su propio dinero asfaltó carreteras, construyó varios canales y puso en marcha un generador para proporcionar electricidad al pueblo. En septiembre de 2005 publicó en colaboración con Toumani Diabaté el álbum “In The Heart Of The Moon” por el que obtuvo su segundo premio Grammy. Unas semanas después de ganar este premio y de aprobar la mezcla final del álbum “Savane” Ali sucumbió a un cáncer óseo que sufrió durante dos años. El gobierno de Malí le confirió una medalla de honor póstuma y se le hizo un funeral de Estado al que asistió el gobierno en pleno, los principales músicos de Malí y miles de personas más. La cobertura mundial de los medios a raíz de su muerte no tuvo precedentes para músico africano alguno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece una historia muy conmomedora..buf..se te encoge el corazon.Hay vidas en este mundo muy meritorias....Gente que estando rodeado de condiciones mas adversas es capaz de hacer algo grande, en este caso no solo por la musica, sino en favor de su comunidad y de su gente.....

Eso le hace reflexionar a uno sobre que hace en esta vida.....

Fry dijo...

La verdad es que ya conocía la historia de Ali Farka Touré pero escribiéndola, igual que me pasó con Boubacar Traoré, me he vuelto a emocionar.

Como se puede ver en este blog pienso que es muy interesante conocer las circunstancias que rodean la vida de un músico porque muchas veces te ayuda a entender su forma de expresarse, su sensibilidad y, sobre todo, comprobar que realmente son artistas verdaderos y no productos prefabricados de consumo.